Los juegos con piedritas y con papá. La orilla, el topacio y la lubina. Cuento para niños y grandes soñadores

Los juegos con piedritas y con papá. La orilla, el topacio y la lubina

Cuento para niños y grandes soñadores

Hola, pequeño. O pequeña. Me llamo Marco.

Cuando hace buen tiempo, mi papá y yo vamos a la orilla a jugar con piedritas. A veces es la orilla de un río. Otras veces, la de un lago. O incluso la de un estanque, depende de dónde estemos. Pero las aventuras más emocionantes ocurren cuando estamos en la orilla del mar.

Cada vez que jugamos con piedritas en la playa, buscamos tesoros. ¿Sabes? Cosas especiales. A veces son piedras con formas curiosas. Ahora ya conozco figuras como el círculo, el cuadrado, el triángulo, el óvalo, la línea y el corazón. Piedras con forma de línea nunca he encontrado. Pero piedras con forma de corazón… ¡esas sí!

También hay piedras que tienen un agujerito en el medio. Mi papá las llama “piedras bruja”. No sé por qué se llaman así. No parecen ni mágicas ni bru-brumas. Pero todas tienen ese agujerito especial. Se pueden colgar en un cordón o una cadena, y llevar como collar o pulsera. Dicen que traen buena suerte.

Otro tesoro que encontramos son los “esmeraldas verdes”. Te cuento un secreto: no son esmeraldas de verdad. Son trocitos de vidrio. Pero lo sorprendente es que no cortan. El vidrio normal puede hacerte daño. Pero estos trocitos son suaves, redondeados, brillantes y bonitos. Papá dice que es la fuerza del agua y del tiempo. Además, si miras a través de ellos, el mundo se vuelve verde y mágico. ¿No es increíble?